
Sensibilidad dental extrema: ¿por qué duele tanto y cómo se puede solucionar?
20 de abril de 2025La retracción gingival: ¿cuándo una simple línea rosa empieza a desaparecer?
Parece una tontería. Te miras al espejo, te cepillas los dientes y de repente… algo no cuadra. ¿Tus dientes están más largos? ¿Se te ven más las raíces? Si te suena familiar, podrías estar ante un problema más común de lo que crees: la retracción de encías.
Este fenómeno no solo afecta la estética de tu sonrisa, sino que puede poner en jaque tu salud bucodental si no se trata a tiempo. Y lo peor es que muchas veces pasa desapercibido hasta que ya es demasiado tarde.
En este artículo, te contamos todo lo que necesitas saber sobre las encías retraídas: desde por qué ocurren hasta cómo se pueden prevenir y tratar. Porque en Premià de Mar, cuidar de tu sonrisa también implica cuidar de tus encías.
¿Qué es exactamente la retracción gingival?
La retracción gingival, también llamada recesión de encías, es la pérdida progresiva del tejido que cubre la raíz dental. En otras palabras, las encías “se echan para atrás” y dejan expuesta una parte del diente que no debería estar al aire libre.
Esta exposición de la raíz puede provocar:
- Sensibilidad dental (especialmente al frío o al calor).
- Mayor riesgo de caries radiculares.
- Problemas estéticos (dientes que parecen más largos).
- Acumulación de placa y sarro en zonas difíciles de limpiar.
- Incluso, en casos graves, pérdida del diente.
¿Por qué se retraen las encías?
1. Cepillado agresivo: cuando la fuerza no es sinónimo de limpieza
Aunque parezca contradictorio, cepillarse con demasiada fuerza puede hacer más daño que bien. El uso de cepillos duros o una técnica inadecuada puede ir “desgastando” las encías poco a poco, generando microtraumatismos diarios.
2. Enfermedad periodontal: el gran desencadenante
La periodontitis, una infección crónica de las encías, es una de las causas más comunes de retracción. La inflamación constante y la destrucción del tejido conectivo favorecen el retroceso de las encías y la exposición de las raíces.
3. Malposición dental
Los dientes desalineados o con una posición anómala pueden crear presión sobre el hueso y las encías que los rodean, favoreciendo su retracción con el tiempo.
4. Bruxismo: apretar también pasa factura
Apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche, genera una presión excesiva sobre el periodonto, que puede derivar en retracción gingival.
5. Factores genéticos
Algunas personas nacen con encías más delgadas o con menor cantidad de tejido queratinizado, lo que las hace más propensas a sufrir recesiones incluso sin una causa externa evidente.
6. Piercings orales y hábitos nocivos
Piercings en labios o lengua, morderse las uñas o el uso excesivo de palillos pueden lesionar las encías repetidamente, provocando su retroceso.
¿Cómo detectar si tienes retracción gingival?
Signos a los que deberías prestar atención
1. Cambios visibles
- Mayor exposición del diente.
- Sensación de “diente largo”.
2. Sensibilidad dental
- Dolor o molestias al tomar bebidas frías o calientes.
3. Inflamación o sangrado
- Encías inflamadas, irritadas o que sangran con facilidad.
4. Espacios negros entre los dientes
- Pérdida de la papila interdental.
¿Y si no siento nada?
En muchas ocasiones, la retracción gingival no duele, por eso es importante acudir a revisiones periódicas, incluso si crees que todo va bien.
¿Tiene solución la retracción de encías?
Sí, pero dependerá del grado y la causa del problema.
Tratamientos según el nivel de afectación
1. Reeducación del cepillado
En casos leves, modificar la técnica de cepillado y usar un cepillo de filamentos suaves puede frenar el avance de la retracción.
2. Tratamiento periodontal
Si hay enfermedad periodontal, será necesario realizar limpiezas profundas o curetajes para eliminar la placa bacteriana acumulada en la raíz dental.
3. Injertos de encía
En casos moderados o severos, se puede recurrir a técnicas quirúrgicas de injerto gingival para cubrir la raíz expuesta. Se utilizan tejidos del propio paciente o materiales sintéticos.
4. Ortodoncia
Si la causa es la malposición dental, una ortodoncia puede ayudar a corregirla y evitar que la retracción progrese.
5. Ferulización oclusal
En casos de bruxismo, se recomienda el uso de férulas de descarga nocturnas.
¿Se puede prevenir la retracción gingival?
Claro que sí. Y aquí van algunas claves para lograrlo:
5 hábitos que puedes adoptar desde ya
1. Cepíllate con suavidad pero con eficacia
No se trata de frotar con fuerza, sino de tener una buena técnica. Usa un cepillo de cerdas suaves y haz movimientos circulares, sin presionar en exceso.
2. Visita regularmente a tu dentista en Premià de Mar
Una revisión a tiempo puede detectar signos iniciales de retracción antes de que se conviertan en un problema mayor.
3. Evita el tabaco y los hábitos traumáticos
Fumar daña las encías y reduce su capacidad de regeneración. También evita morder objetos o llevar piercings orales.
4. Usa hilo dental o cepillos interdentales
La higiene entre los dientes es crucial para prevenir inflamación e infecciones en la encía interdental.
5. Trata el bruxismo
Si notas que aprietas los dientes o te levantas con dolor en la mandíbula, consúltalo con tu dentista. Una férula nocturna puede evitar el daño.
¿Y si ya tengo encías retraídas?
No te preocupes, lo importante es actuar cuanto antes. En Clínica Boquera, en Premià de Mar, contamos con tratamientos específicos y personalizados para ayudarte a recuperar la salud y estética de tus encías. Y lo mejor: lo hacemos con un enfoque cercano, cuidadoso y con tecnología de vanguardia.